viernes, 23 de junio de 2023

Fragmento de cuarta novela del ciclo Malanga.

UN ESCRITOR QUE FINGE SER UN DURO O UN IDIOTA

 

—No sé si te das cuenta, pero vas mal. Esta novela es una mentira. Imagina que todo lo que recogés, lo hagás sin verificar. Tendrás solamente una zambumbia, un revoltijo de voces, pero la verdad no está allí.

—¿Ah, entonces la novela debe basarse en hechos reales? Entonces, cagamos pues yo no pienso dejar que me lluevan demandas.

—¿Cómo es posible, por ejemplo, que no le corrijás la plana a los personajes y los encarés contra sus secretos? Ésa es la técnica habitual que lleva a la catarsis.

—Vos querés que no escriba un libro, sino una hoguera. Me extraña porque sabés muy bien que la literatura trabaja con verdades residuales. Aquello que no se dice, pero está flotando en la trama y que el buen lector descubre sin que nadie le aporte juicio.

—Es que yo vi que, a ese Clemente, le has perdonado unas tantas. No sólo lo has dejado variar partes del texto —desconozco cuáles— sino que, descaradamente, has omitido el origen del dinero que financió la funeraria.  Yo lo conozco, cabrón, fuimos compañeros de escuela y siempre fue uno de esos seres sin alma. Vos ya sabés que la agencia es la que está detrás de la funeraria.

Es que no lo considero importante. Un testaferro más nada aporta a mi historia.

—Además, la cronología no coincide. ¿No debieses trabajar los tiempos con calendario?(fecha, día, año y lugar, aunque sea ficción).

—Creo más en el tiempo psicológico que en un fichero. Los acontecimientos me resultan más importantes desde la subjetividad de los personajes que hacerles una maldita ficha biográfica a cada uno.  Además, me da pereza. Escribo literatura para liberarme de normas, no para que me diga la academia qué es lo correcto.

—Estoy seguro que no controlás la trama.  Empezaste con un propósito y, de repente, te saliste del camino.

—Estaba muy fea la ruta por allí. Hay que ser imbécil para regodearse en el barro o en el crimen.  Digamos que me gusta el género policial, pero no la sangre. Por eso es que en la novela se habla de una brigada de limpieza. Eso evita al autor ver la violencia que escribe.

—Sos un saco de pretextos. ¿No has visto trabajar a los grandes?  Usan fichas, método, cronología de manera que las cosas no se enreden.

—¡Qué aburrido! Seguro que de carajillos andaban bicicletas de cuatro llantas. Eso es falta de confianza.

—No has cambiado tu hostilidad. Tenés complejo de bordado en oro.

—No diría eso. Es que me las pela esforzarme para el aplauso ajeno. Conozco mi oficio y tengo veneno en lugar de sangre. Parte del secreto de la escritura es sacudir al otro, provocarle incomodidad.

—Volvamos a lo de antes. ¿No vas a decir que las empresas de sicariato compraron ciertas funerarias para hacer el negocio redondo? ¿No escribirás que ese chavalo, el Chino, es un agente secreto de la Agencia? Palo de escritorcillo cobarde sos.

—Tengo mejores nudos por resolver y no voy ni por la mitad. Me dejás en paz o te meto un tiro y te desaparezco de una. Vos elegís.

Sólo tuve tiempo de agacharme por instinto. Una bala de cañón rompió el mueble del fondo en grandes astillas y los espejos se hicieron como arenilla.

Alguien me mandaba una advertencia:  “no sigas por ese camino”. Algo así.

Yo pretendo hacerme el desubicado, el que no capta.

Tomé un trapito para despejar el mostrador del bar, casi blanco de tanto vidrio molido.  Luego saqué una cerveza de la nevera y un trozo de queso y seguí conversando conmigo mismo.

Lo hago todos los días de diez a doce. Es la única disciplina que tengo.

 

 

 

 

 

 

 


DE LA INTERIORIDAD

 

El que ama la belleza

Puede ver formas con los ojos cerrados

Las luces en la nada toman cuerpo

Y el diálogo con seres imposibles

Se vuelve un ejercicio de texturas

Un manco no depende de sus manos ausentes

Ni siquiera está limitado el sujeto por sus huesos

El origen de las cosas es la idea de las mismas

Yo imaginé un monstruo de madera

Con el miedo de no controlarlo lo hice trizas

Porque me contaron historias enfermizas

Pero yo he podido imaginar cosas mejores

Por ejemplo un árbol que retoña

O un planeta de aire puro y todo lluvia

Donde nunca faltase el alimento

El problema es que nos nutren con fantasmas

Los niños mordisquean los prejuicios

Y de grandes les crecen quistes como el odio

O el afán de cazar al semejante

El que ama la belleza

Mire hacia adentro

Que allí duerme

jueves, 22 de junio de 2023

Una novela posmoderna, fragmentaria y en clave de humor negro.
Acá está completa.
https://drive.google.com/drive/my-drive





ENLACE A WEB

Bienvenido, lector. Acá encontrará textos de breve lectura que puede disfrutar o ver a disgusto, pues lo clásico y lo moderno cruzan estas páginas. Poesía y fragmentos de novela, hay un poquito de todo. Este blog corresponde al ocio creativo de alguien que cree saber algo y, no necesariamente . es cierto. Gracias por pasar por aquí. Saludos. Adán Vivas (Costa Rica, 1968)


https://independent.academia.edu/adanadolfovivas

sábado, 19 de junio de 2021

RUTINA DE LOS GATOS


Sólo sé que un gato cayó por la ventana
Cuando sonó la alarma de incendios, como siempre.
Había mucha gente conversando y en las filas
Algunos con la cara cansada y arcillosa
Algunos con bigotes de alambres o de púas
Otros chupando el celular sobre el estuche, como siempre.
Mujeres iban en tacones para hielo
Mujeres de rostros maquillados polícromos tramposos
Mujeres cartera de Pandora por apéndice
A todos les faltaba una llovizna
También vi un burro pastando por las gradas
Y una lechuza trepada en la baranda
Que buscaba ratones trepando por los pantys
Consumidora barata de comedias 
Y un viejo carnicero con un mazo
Para pegarle al cerdo por la frente
El vendedor de suerte con su chicle
La señora de tacones con su chicle
Los hombres de bigotes rigurosos
Con miedo de no parecer inteligentes
El mundo era raro como siempre.
El tiempo transcurría sin asaltos 
Los policías en la puerta requisaban
Quiero decir el tiempo pasaba sin apuros
Siempre hay cien personas adelante
Y un par de bribones que se cuelan
Mientras otro roba monederos.
La luz de neón siempre la misma
Nos hace ver gris en todo rostro
Pero no cambia el color de los billetes
Los cajeros apuraban los teclados
La anfitriona repartía posiciones
Las conserjes que pasan todo el tiempo
En batalla infinita con el piso
El reloj que gira a la derecha
El sueño que ataca de uno en uno
Y genera tremendos papelones
Todo era predecible, como siempre.
Había gringos normales bonachones
Y otros, estúpidos, texanos
Que creen em el diseño inteligente
Y que un tipo hizo en una ballena condominio.
Fue uno de esos torpes 
Que mordió la punta de un Cohíba
Y le dio fuego como si estuviera en media plaza
En unos segundos nos llovía
Nos sentíamos infames trasnochados
La sirena gritaba a toda crisis
Y los hombres mirábamos escotes.
Fue entonces que se vino el gato
Desde aquella ventana donde ves una maceta medio rota
Tocó tierra y se metió entre coches
Con una vida menos
Caminando
Así cayó el gato como siempre.

MICROCOSMOS


Ningún vehículo atraviesa este caos
Ningún semáforo gobierna
Mi sala tiene cajas sobre cajas
Y unas cuantas toneladas de papeles
-Porque mientras no leo, los libros son papeles-
Un escritorio que se quiebra de papeles
y un perro que se echa en los sillones.
Un par de lámparas tricornias
unas cuantas arañas reales decorando
Y un tragaluz equivocado
y en otra posición la jardinera
Condenada a la sombra
Casi nunca se cambian los bombillos
Dos de los ocho funcionan todo el día
Porque la soledad incita la penumbra y viceversa
Siempre hay algún coral sobre la grada
Y por el ventanal miro una roca majestuosa
Todo ubicado en su constante caos
Mientras llega la señora de los sábados
A quitar algunas cosas de la mesa
Aunque tiene prohibido el escritorio
Y desplazar las paletas y brochas de mi hija
Que complementan este mundo medio hecho
Lo que no logro captar es de dónde salen las hormigas...

LUCAS


Lucas tiene una relación inestable
Con su cepillo de dientes
Casi nunca lo enjuaga
A veces ni lo usa pues le tiene nostalgia
Se lo dio su novia cuando prometía autos alemanes
Y sigue esperando la promesa.
Lucas lo dejó en el empaque cuatro meses
Su novia lo mandó al carajo desde lejos
Porque le olía la boca a gato muerto.
Un año después entendió Lucas
Que si quería pareja debería arrancarse los dientes
O la mugre de los dientes
Se hizo un tratamiento prolongado
De flúor piedra pómez y raspados
Abrió el estuche del cepillo y logró cepillarse unas semanas.
Vio pandearse las cerdas tuvo miedo
De gastar su esperanza sin be-eme
Al tiempo optó por el amor barato
Sin repetir proveedoras de servicio
Pero algo violeta le dolía
Se lavaba una vez a media tardes
El cepillo tenía muchos usos
Los sábados frotaba grifería
Cada cuantos meses los objetos de plata
Y lo echaba después en agua hirviendo.
Se volvió definitivamente contingente
Si visitaba casas e iba al baño
Miraba con curiosidad los botiquines
Masticaba las cerdas de cepillos
Sin ponerles pasta tan siquiera.
Se metía al baño del vecino
Como si tuviese urgencias de vejiga
Y agarraba a besos y lamía
El cepillo empapado en el enjuague
El deterioro de su boca persistía
Aumentaban sus úlceras y peste
Y se podía saber desde muy lejos
Que Lucas andaba por el barrio.
Le cerraron las puertas el empleo
Quedó solo siempre tuvo comida de otras manos
Y un cepillo que fue perdiendo las cerdas
Muy violeta el color del carro que quería
Murió del corazón cepillo al lado

LA PENA QUE REPTA

 

Sin reflejar su sombra, se desplaza.
Como el camaleón, sabe perderse 
En la maleza. Repta, se retuerce.
Cabeza en alto, signo que amenaza.

 

Ensucia el firmamento Huele a grasa:
la destrucción moral que vuelve a verse.
Propicia en la penumbra conmoverse
Y ver que la tragedia nos abrasa.

 

Tiene mapa de pasos de las presas:
Les permite avanzar por la maleza
Y cuando creen paz, el relicario.

 

Te morderá de lejos sin matarte
Ya sabrá en su momento visitarte...:
Morir es un convivio solitario.

EL OJO Y LA FRUTA


La gente es ahora un enorme trozo de sandía
Edulcorada húmeda escondida para el ojo común
De los que piensan que las parecen no pueden escribirse
Ni dudar del santoral establecido
No importa si el cura es proxeneta
Pues usa cuello blanco y nunca contradice
A los que dan ofrendas generosas
Y le invitan el café de media tarde.
Ese enorme trozo de sandía
Vitalidad no autorizada como un beso francés
Sería fulgor de algunas capitales pero no acá
Acá hubiese sido mejor el detergente
O el bromuro de metilo o unos cadáveres flotando
Que esa genialidad de hacer brotar una sandía
En un trozo de cemento medio idiota
Que algunos consideran monumento
Porque está muerto igual que la conciencia del promedio
Que añora el pan elaborado
Pero sabe hacer fila y empujarse por un autógrafo por un empleo
Por una bendición o un abrazo al candidato si es de moda
Porque la moda es el mandato lo bruto lo correcto

ÉTICAS


La vi primero rondar sobre la mesa
Ejerciendo elipticas figuras
Y un sonido discreto de nene que juega a los aviones
Majadera cuántas veces traté de intimidarla
Pero optó por rondarme las orejas
Con el zumbido más fuerte todavía.
Cuando me trajeron el agua hizo silencio
Se paró en la mesa muy solemne
Sobre una miga de pan de su tamaño
No le importó el vaso para nada.
La dejé con suma indiferencia
Ir y volver y repetirse 
Como esa gente molesta de las cajas
Que detiene la fila de la compra
Porque se rasca la cabeza y no termina.
Traté de pasarle de lejos como se hace con las moscas
Perl más tarde cuando sirvieron el tazón hirviendo
Pensó que estaba en las termales
Y la yuca la zanahoria o las patatas
Le eran funcionales como isletas.
Yo había oído de algunos kamikazes
Y de moscas que se suicidan en la sopa
Conflictuadas deprimidas de su fama
De tener ese oscuro gusto por lo sucio
Y de repente tuve la respuesta
Le di un cucharazo en la mollera
Y cayó en la sopa que quemaba
Y unos minutos después le dije al mozo
“Hay una mosca en mi sopa...”
El tipo me miró no dijo nada
Optó por meter la cucharita
Y sacó el emplasto del bichito
“Es una hoja de perejil muy recocida”
Dijo escondiendo la evidencia
Y pidiendo mi cuenta apresurado.
Pagué sin más
Uno no le discute a gente que cocina
Son infinitas las venganzas del servicio
Pero cómo van a negar las moscas en la sopa
Si uno ha hecho la labor correctamente?

SERES PÁLIDOS


Me fascina mirar ese naranja
Sobre blanco de soles diminutos.
Su redondez perfecta y continuada,
Continente de líquido, la yema.

 

No hace falta rayar el calendario:
La vida siempre tiene sus sorpresas.
El paladar, el ojo, las texturas…
El aire y los insectos, estimulan.

 

El mundo que rebosa de chispazos:
Arte y ciencia, espíritu, elemento
Son todas las faenas del milagro.

 

Nos enseñan a ser momias resecas
Con una sensación de formalina
Que atrofia nuestro gusto y los asombros.