DE LA INTERIORIDAD
El que ama la belleza
Puede ver formas con los ojos cerrados
Las luces en la nada toman cuerpo
Y el diálogo con seres imposibles
Se vuelve un ejercicio de texturas
Un manco no depende de sus manos ausentes
Ni siquiera está limitado el sujeto por sus huesos
El origen de las cosas es la idea de las mismas
Yo imaginé un monstruo de madera
Con el miedo de no controlarlo lo hice trizas
Porque me contaron historias enfermizas
Pero yo he podido imaginar cosas mejores
Por ejemplo un árbol que retoña
O un planeta de aire puro y todo lluvia
Donde nunca faltase el alimento
El problema es que nos nutren con fantasmas
Los niños mordisquean los prejuicios
Y de grandes les crecen quistes como el odio
O el afán de cazar al semejante
El que ama la belleza
Mire hacia adentro
Que allí duerme
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