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sábado, 19 de junio de 2021

RUTINA DE LOS GATOS


Sólo sé que un gato cayó por la ventana
Cuando sonó la alarma de incendios, como siempre.
Había mucha gente conversando y en las filas
Algunos con la cara cansada y arcillosa
Algunos con bigotes de alambres o de púas
Otros chupando el celular sobre el estuche, como siempre.
Mujeres iban en tacones para hielo
Mujeres de rostros maquillados polícromos tramposos
Mujeres cartera de Pandora por apéndice
A todos les faltaba una llovizna
También vi un burro pastando por las gradas
Y una lechuza trepada en la baranda
Que buscaba ratones trepando por los pantys
Consumidora barata de comedias 
Y un viejo carnicero con un mazo
Para pegarle al cerdo por la frente
El vendedor de suerte con su chicle
La señora de tacones con su chicle
Los hombres de bigotes rigurosos
Con miedo de no parecer inteligentes
El mundo era raro como siempre.
El tiempo transcurría sin asaltos 
Los policías en la puerta requisaban
Quiero decir el tiempo pasaba sin apuros
Siempre hay cien personas adelante
Y un par de bribones que se cuelan
Mientras otro roba monederos.
La luz de neón siempre la misma
Nos hace ver gris en todo rostro
Pero no cambia el color de los billetes
Los cajeros apuraban los teclados
La anfitriona repartía posiciones
Las conserjes que pasan todo el tiempo
En batalla infinita con el piso
El reloj que gira a la derecha
El sueño que ataca de uno en uno
Y genera tremendos papelones
Todo era predecible, como siempre.
Había gringos normales bonachones
Y otros, estúpidos, texanos
Que creen em el diseño inteligente
Y que un tipo hizo en una ballena condominio.
Fue uno de esos torpes 
Que mordió la punta de un Cohíba
Y le dio fuego como si estuviera en media plaza
En unos segundos nos llovía
Nos sentíamos infames trasnochados
La sirena gritaba a toda crisis
Y los hombres mirábamos escotes.
Fue entonces que se vino el gato
Desde aquella ventana donde ves una maceta medio rota
Tocó tierra y se metió entre coches
Con una vida menos
Caminando
Así cayó el gato como siempre.

lunes, 25 de enero de 2021

MÁSCARAS, MITOS

La sonrisa del éxito del idiota arribista.
Las raíces oscuras de la rubia platino.
La vida de consumo, el amor a la patria.
La carcajada, el llanto, las promesas y el beso

 

Son todas artimañas de postales trucadas.
La esperanza no existe para las multitudes:
Donde tiran un bono, se imaginan a perros
Que pelean las sobras del corrupto sistema.

 

Edulcorados mitos que entretienen los pueblos,
Prefabricados próceres, paladines de guerra
Dispuestos a la muerte de los suyos primero.

 

Se levanta empapada la sangrante bandera
Y el canto funerario, fanatismo desata.
El canto democrático del aciago fascismo.

URBANA EN TRISTE


En la calle del centro, un zopilote.
Estoy en una ciudad muy descompuesta.
Hay personas que salen bajo el puente
Mientras otros saturan el paisaje.

 

Al sur, nos alegraba la montaña.
En las mañanas, perros y palomas.
Ahora, condominios, vallas, vallas.
Lo metálico, lo muerto, las monedas

 

Que persiguen mendigos de uniforme
Pues deben conseguir de un sitio inerte
Maneras de pasar el día a día.

 

Están siempre en labores de vigilia
Las rapiñas de gris, volando bajo.
En la calle central, al mediodía.

LUPANARES


Irse de putas
A cualquier hora del día
Con maletín y traje y buenos contactos sin cita previa
Porque la madame es referencia
Y ordena que todos abran las piernas dignamente
Y casi todos se someten
A cualquier hora del día
Sin despeinarse mucho ni bajarse el traje
La puta dignidad de lo aparente
Entre paredes sospechando
Con el olor a dólar en la boca
Cada año cada día y en secreto
Falsarias artes amatorias
Por un cheque un contrato una prebenda
Ir de putas sin protección sólo ambicioso
Allí por la Asamblea

FEMME


En la mesa de noche
Guarda un rincón para la ausencia
Ha quebrado aquellos ornamentos que son lastre
Un barquito de vidrio una salamandra una lágrima de vidrio
Y ha puesto una ficción feliz que le consuele
Un retrato de familia con sus hijos
Que disimule cómo el tiempo le separa
Quizás alguna estampa de los santos
Y una pálida cajita medio ajada
Sepultada por llaves y papeles
En tanto desorden
No ha de caber una tristeza
Ni siquiera unos zarcillos de oro
O cualquier habitual medicamento
Pero un agujero cabe en cualquier parte
Es una especie de soplo inadvertido
Una ausencia tirada a la basura
Una decisión burguesa el reclusorio
Es un modo de defensa querer nada
Simular serenidad en medio infierno
Y sabe que hay que guardar las apariencias
Ya botó todos los objetos de memoria
Ya rompió las hojitas que guardaba
Y puso en desorden las palabras
Puede lavarse los dientes lentamente
No preocuparse de ser meticulosa
Nadie va a descubrir sus inquietudes
No va a llamar a nadie nunca nunca
Ni va a salir en fuga de su piel traidora
Se ha escondido en un agujero imprecisado
Un agujero negro un chupafuerza
Para salvarse del juicio de su clan.
En la mesa de noche
Un microhueco.
En la pared del alma
La fosa del ser no satisfecho