URBE DE LAS SOMBRAS BREVES
Desde la torre del
campanario
Un ojo gigante nos vigila
Algún oído torpe nos escucha
Un dedo acusador nos condiciona
Eso ha de ser alguna forma de delito
Pero juran que el hombre es libre para todo
Desde la torre vieja la del norte
Un francotirador dispara cruces de ceniza
Sobre los conformistas de siempre
A su lado otro tirador provoca heridas de navaja
Pequeñas heridas de navajas
Grandes heridas de navaja
Disparando cuchillos hacia el cuello
De los sujetos peligrosos al sistema
Un ejecutivo sale al balcón de su oficina
Y arroja bodoques de papel ensalivado
Al gorro indigente de algún ciego
Una aparente avioneta colorida viaja al oeste
Algunas sábanas viejas de la calle parecen agitarse
Y recogen su cartón su pertenencia
En el campanario de la vieja torre repica fuerte y lento
Van apareciendo transeúntes desde todos los agujeros de la tierra
Ahora son tres las aparentes avionetas
Tucanes de enorme disciplina y limpio vuelo
Con rumbo hacia el noreste
Los cables se han poblado de palomas
Los perros del Estado hacen su ronda
La mafia ya ha dormido cuatro horas
Un ave opta por pararse entre dos cables
Su cuerpo es un meteoro que aterriza
Las plumas quedan flotando el viento corre
Parece que alguien se regocija pues hay brillo
Intermitente en lo alto de las torres
Es un símbolo del poder la violencia repentina
Alguien da gracias a su dios por los cobardes
Los autobuses se tornan sucesivos
En la fila los viajeros esperan un asalto
La ciudad se repite sin vergüenza
Los rótulos de hoy mañana siguen
Los pordioseros de hoy mañana sobran
Siempre habrá alguien que se muere
Siempre desde alguna sombra nos vigilan
Aunque esté el día caluroso
Por dentro sigue la noche repentina
Un ojo gigante nos vigila
Algún oído torpe nos escucha
Un dedo acusador nos condiciona
Eso ha de ser alguna forma de delito
Pero juran que el hombre es libre para todo
Desde la torre vieja la del norte
Un francotirador dispara cruces de ceniza
Sobre los conformistas de siempre
A su lado otro tirador provoca heridas de navaja
Pequeñas heridas de navajas
Grandes heridas de navaja
Disparando cuchillos hacia el cuello
De los sujetos peligrosos al sistema
Un ejecutivo sale al balcón de su oficina
Y arroja bodoques de papel ensalivado
Al gorro indigente de algún ciego
Una aparente avioneta colorida viaja al oeste
Algunas sábanas viejas de la calle parecen agitarse
Y recogen su cartón su pertenencia
En el campanario de la vieja torre repica fuerte y lento
Van apareciendo transeúntes desde todos los agujeros de la tierra
Ahora son tres las aparentes avionetas
Tucanes de enorme disciplina y limpio vuelo
Con rumbo hacia el noreste
Los cables se han poblado de palomas
Los perros del Estado hacen su ronda
La mafia ya ha dormido cuatro horas
Un ave opta por pararse entre dos cables
Su cuerpo es un meteoro que aterriza
Las plumas quedan flotando el viento corre
Parece que alguien se regocija pues hay brillo
Intermitente en lo alto de las torres
Es un símbolo del poder la violencia repentina
Alguien da gracias a su dios por los cobardes
Los autobuses se tornan sucesivos
En la fila los viajeros esperan un asalto
La ciudad se repite sin vergüenza
Los rótulos de hoy mañana siguen
Los pordioseros de hoy mañana sobran
Siempre habrá alguien que se muere
Siempre desde alguna sombra nos vigilan
Aunque esté el día caluroso
Por dentro sigue la noche repentina
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