viernes, 10 de noviembre de 2023

CRÓNICA DE UN FINAL DETRÁS DE UN MURO
 

Treinta y ocho grados a la sombra

Vaya clima llueve tanto tanto

Que los muros se pintan de musgo en poco tiempo

Hay cientos de paraguas en la calle

Pero a muchas cuadras de distancia

Lo triste es que eso mata los comercios

Las dependientes se mueren de tristeza

Y cruzan los brazos sobre la barriga

Los ojos lejanos casi ciegos

Buscan un billete en la distancia

Cuarenta grados a la sombra

Hay cosas que no pueden explicarse

Por ejemplo para qué putas leemos el poema

Con el ojo pervertido por el canon

Si la lengua se crea trabajando

Y los signos son elásticos y tibios

Son útiles por su misma transparencia

Cuarenta y dos grados a la sombra

Definitivamente no es el clima

Es el cuerpo de algún sujeto en cautiverio

Que poco a poco va perdiendo la batalla

Pronto colapsarán hasta sus uñas

Convertidas en violetas queratinas

Mientras la gente vuelve a casa y se lamenta

De que el día no alcanza para mucho

Más de cincuenta grados a la sombra

Todos los signos se confunden

La última palabra es agonía

El alma del paciente se derrite

Dejad que fría un huevo en sus costillas

Antes de que el frío final lo colonice

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