EL GLAMOUR DE LA PATRULLA MOTORIZADA

El oficial de tránsito fuma en horas de trabajo
Mientras localiza al nuevo cliente infractor
Se fija en modelos viejos en carros descuidados o sucios
Si no los detiene hoy va a hacerlo cualquier día
Si no tiene luces quemadas Si porta todas las señales 
Si tiene los cinturones bien cuidados
Revisará las llantas pedirá la licencia
Le escarbará la cabeza buscando droga o contrabando
O dirá probablemente que el humo del cigarro viene del coche.
El asunto es llegar a fin de mes
Es difícil si son comisiones o mordidas las que ayudan
Pero el uniformado se afana tanto
Que suele no importarle la mentira
Si se topa un usuario tan zángano como él mismo
Puede que gane algún billete
Si hay un choque puede que certifique las mentiras
O le tome datos falsos a alguna mujer que le sonríe
El asunto es que el poder lo engolosina
Eso de poner multas prohibitivas es un gozo
Porque pinta quién está a cargo es evidente
Para algo además porta un revólver y usa gafas oscuras
Sabe esconder el miedo ante su víctima
Y puede que le tiendan una trampa muy sencilla
Billete y foto por ejemplo
El asunto es que la salud se va muy fácilmente
En pocos años la salud se deteriora
Puede que consiga algún dinero
Pero nunca resuelva sus problemas
Se morirá cuando le toque
Y aunque ha creído ser el eje del reparto
Ha sido un monito secundario
De modo que al final de la cinta
Cuando las luces encienden y la pantalla es pálida y borrosa
Su nombre está en la letra chiquita de los créditos
Y el público hace rato se retira.